Los esteroides anabólicos son variaciones sintéticas, o hechas por el hombre, de la hormona sexual masculina testosterona. El término apropiado para estos compuestos es esteroides anabólicos androgénicos. “Anabólico” se refiere a la formación de músculos, y “androgénico” se refiere al aumento de las características sexuales masculinas.

Se pueden recetar esteroides para tratar problemas hormonales, como el retraso de la pubertad. Los esteroides también pueden tratar enfermedades que causan pérdida muscular, como el cáncer y el SIDA. Pero algunos atletas y fisicoculturistas a veces hacen un mal uso de estos medicamentos en un intento de aumentar el rendimiento o mejorar su apariencia física.

La mayoría de las personas que abusan de los esteroides son hombres que levantan pesas a los 20 o 30 años. El uso indebido de esteroides anabólicos es mucho menos común en las mujeres. Es difícil medir el uso indebido de esteroides en los Estados Unidos porque muchas encuestas nacionales no lo miden. Sin embargo, el uso entre los adolescentes es generalmente mínimo.

Los esteroides anabólicos funcionan de manera diferente a otras drogas de abuso; no tienen los mismos efectos a corto plazo en el cerebro. La diferencia más importante es que los esteroides no activan directamente el sistema de recompensa para causar un “high”; tampoco desencadenan aumentos rápidos en el químico cerebral dopamina, que refuerza la mayoría de los otros tipos de comportamiento de consumo de drogas.

Los esteroides anabólicos son drogas de clase C, que sólo pueden ser vendidas por los farmacéuticos con receta.

Es legal tener esteroides anabólicos para uso personal. También pueden importarse o exportarse, siempre y cuando se haga en persona. Esto significa que no pueden ser enviados por correo o entregados por un servicio de mensajería o de carga.

Sin embargo, es ilegal poseer, importar o exportar esteroides anabólicos si se cree que los está suministrando o vendiendo. Esto incluye dárselos a los amigos. La pena es una multa ilimitada, o incluso una sentencia de prisión de hasta 14 años.

En el deporte profesional, la mayoría de las organizaciones prohíben el uso de esteroides anabólicos y hacen pruebas a los competidores para detectar esteroides prohibidos.